Hoy estuvimos en el Encuentro de Educadores Católicos 2016, organizado por la Diócesis de San Justo. Con la presencia del Obispo, Mons. Eduardo García, reflexionamos acerca de la educación católica y su rumbo.La jornada inició con reflexiones sobre el rol docente a través de títeres.
Mons. García destacó que la educación es "enseñar a apasionarse", por la verdad, la belleza y las cosas que valen la pena. Al respecto citó a Gandhi, a quien definió como un apasionado, quien hubo expresado que "a los niños, antes que enseñarles a leer, hay que enseñarles lo que es el amor y la verdad".Además, García criticó el frenesí consumista que mueve a los hombres, que genera su propia cosificación.
Al finalizar su discurso, concluyó que la educación es una tarea espiritual y, por ello, el desafío es ofrecer el corazón al educando.Luego se propuso que cada colegio trabajase en equipo para determinar qué es lo que se necesita para ser un maestro de la Misericordia, siguiendo el ejemplo de Jesús, y para que la escuela funcione en sintonía con el concepto de la educación como obra espiritual.
Los docentes y administrativos del Colegio debatieron acerca de la consigna propuesta y determinaron que es primordial el trabajo en equipo, lo que otorga una visión más holística del educando. Compararon a la institución con un cuerpo humano, el cual no funciona como brazos, piernas y cabeza por separado, sino como un todo, que es más que la suma de las partes.
