El Corpus Christi (Cuerpo de Cristo) es la fiesta destinada a celebrar la Eucaristía, y su fin es proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Luego de la Vigilia de Pentecostés que los alumnos realizaron en el Colegio poniendo término al tiempo pascual, y una semana después de la Fiesta de la Santísima Trinidad, el Párroco de Nuestra Señora del Carmen y Director General del Colegio, Pbro. Dr. Pablo Zanor, celebró la misa del Corpus Christi, para la cual los estudiantes prepararon una alfombra con pétalos de flores.
Una vez acabada la misa, se llevó a cabo la Procesión del Corpus Christi alrededor de la Plaza Sarmiento, y la celebración culminó de regreso a la Parroquia.
LECTURAS DE LA MISA DE CORPUS CHRISTI:
- Primera lectura: Gn 14, 18-20.
- Segunda lectura: 1Cor 11, 23-26.
EVANGELIO: Lc 9, 11b-17.
CANCIONERO
Te adoramos Hostia Divina
Te adoramos, Hostia Divina.
Te adoramos, Hostia de Amor.
Tú del ángel eres delicia.
Tú del hombre eres honor.
Te adoramos, Hostia Divina.
Te adoramos, Hostia de Amor.
Te adoramos, Hostia Divina.
Te adoramos, Hostia de Amor.
Tú del fuerte eres dulzura.
Tú del débil eres vigor.
Te adoramos, Hostia Divina.
Te adoramos, Hostia de Amor.
Te adoramos, Hostia de Amor.
Tú del ángel eres delicia.
Tú del hombre eres honor.
Te adoramos, Hostia Divina.
Te adoramos, Hostia de Amor.
Te adoramos, Hostia Divina.
Te adoramos, Hostia de Amor.
Tú del fuerte eres dulzura.
Tú del débil eres vigor.
Te adoramos, Hostia Divina.
Te adoramos, Hostia de Amor.
Yo soy el
Pan de Vida, el que viene a
Mí no tendrá
hambre, el que cree en
Mí no tendrá
sed. Nadie viene a Mí si
mi Padre no
lo atrae.
Yo lo
resucitaré, yo lo resucitaré,
Yo lo
resucitaré en el día final.
El pan que Yo
daré es mi Cuerpo,
vida para el
mundo; el que siempre
coma de mi Carne
vivirá en Mí, como
Yo vivo en
mi Padre.
Yo soy esa
bebida que se prueba y no
se siente
sed; el que siempre beba de
mi sangre
vivirá en Mí, y tendrá la vida eterna.
Sí, mi
Señor, yo creo que has venido
al mundo a
redimirnos, que Tú eres el
Hijo de Dios
y que estás aquí,
alentando
nuestras vidas.