Nacido el lunes 9 de septiembre
de 1918 en Rosario y criado en Villa Devoto, fue bautizado con el nombre de Miguel Ángel Bazán.
Fue Párroco de Nuestra Señora del
Carmen (ubicada en Álvarez Jonte 77 - Ramos Mejía) desde 1957. En sus primeros
años como párroco compone las “Melodías de mi tierra para el Señor”, que
incluían: “Mi regreso” (Vidala); “Cantaré tus maravillas” (Tonada); “Canto de
las Creaturas” (Carnavalito); “¡Ay, mi niñito!” (Villancico); y “¡Ay,
pequeñito!” (Villancico).
En 1960 anuncia en una misa su
deseo de construir el primer Colegio Parroquial de varones en Ramos Mejía, y el
25 de diciembre de ese año lanza la Rifa de Bonos – Contribución “San José”
para concretarlo. A partir de ese entonces, se repetiría en todas las
celebraciones religiosas la “Oración por la Construcción del Colegio Juan
XXIII” que él mismo escribiera.
En 1961 se convierte en
Representante Legal del “Colegio Parroquial Juan XXIII”, que abriría sus
puertas el 11 de marzo de 1962 en la calle 9 de julio 151. En su visión de un
Colegio Parroquial, Monseñor Bazán creía fervientemente en la necesidad de
enseñar un oficio, que permitiera a los jóvenes profesionales desempeñarse
laboralmente de un modo digno, priorizando siempre la misión evangelizadora.
El 5 de octubre de 1963, cuando
aún dependía del Obispado de Morón, recibe su nombramiento como Prelado
Doméstico de Su Santidad Juan XXIII, y se le otorga la sotana roja.
El sábado 12 de agosto de 1967 se
le rinde Homenaje con motivo de cumplir 10 años al frente de la Parroquia, reconocimiento
que se extiende hasta el día domingo, con una misa concelebrada.
El 26 de octubre de 1969 forma
parte de la Comisión creada para la Recepción de Monseñor Jorge Carlos
Carreras, el primer Obispo de San Justo. Ese mismo
día, Carreras emana su primer decreto, que consistía en el nombramiento de
Monseñor Bazán como secretario «ad hoc»,
al efecto de refrendar los nombramientos del Vicario general y Canciller. El 8 de diciembre de ese año, mediante un decreto del
Obispo, Monseñor Bazán constituiría el Cuerpo de Consultores Diocesanos, junto
con Monseñor Marcón y Monseñor Gatti, y los Presbíteros Langus y del Brío
Pérez.
En diciembre de 1972 compone las
“Nuevas melodías de mi tierra para el Señor”, que incluyen: “Canto de Acción de
Gracia”; “Canto Pascual”; “A la Virgen del Carmen”; “Nuestra Ofrenda es Amor”;
y “El Reino de los Cielos”. Por esta composición recibe una carta de
felicitaciones del Obispo Monseñor Carreras.
El 1°
de noviembre de 1977 se constituye la Comisión de Liturgia del Obispado de San
Justo, de la que también formaría parte.
El 19 de marzo de 1981, Monseñor
Carreras, confirma la elección del Consejo Presbiteral para el período
1980-1983, de la que Bazán es miembro por derecho propio.
El 23
de septiembre de 1982 se renueva por tres años su cargo en el Cuerpo de
Consultores Diocesanos.
Se lo recuerda por varias
anécdotas que signan su camino como el de un cura noble, como por ejemplo el
hecho de que, en una época de crisis económica, Bazán vendió su propia
camioneta para pagar los sueldos de los docentes del Colegio, ya que no se
contaba con los fondos suficientes.
Los egresados de 1966 lo
compararon en su «Epílogo» con el
protagonista de la obra “La vuelta de Don
Camilo”, un sacerdote pueblerino cuya potencia física era semejante a la
fuerza de su espíritu.
Falleció el sábado 3 de junio del
año 2000, a los 82 años de edad, coincidiendo la fecha de su deceso con el día
del fallecimiento de S. S. Juan XXIII, acaecida 37 años antes.