"Y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él" (LUCAS, 10, 25-37)
Bajo la consigna "Educar: sanar heridas", hoy compartimos con el personal docente y no docente del Colegio una jornada pedagógica en la Parroquia María Auxiliadora del Colegio Don Bosco, con una Misa y reflexión a cargo del Obispo Diocesano de San Justo, Mons. Eduardo H. García.
En la misma se reflexionó acerca del rol de los educadores. Mons. García hizo hincapié en que "estamos llamados a ser educadores con un corazón que se conmueve". Explicó que no debemos caer en el rigorismo, pero tampoco en la laxitud o flojera, ya que tanto el autoritario como el laxo "se lavan las manos", uno por desentenderse del problema y dejar solo al alumno, y el otro por no actuar al respecto. Aseveró que ninguno de ellos es educador y que "no es no tener heridas lo que permite curarlas, sino hacerse cargo de que las tenemos".
Tanto docentes como no docentes formaron grupos de trabajo y se pensaron diversas propuestas en base a tres preguntas para reflexionar:
1) ¿Cómo asumo y me hago cargo de las heridas abiertas de mi prójimo?
2) ¿Nos detenemos a lo largo del camino para curar y sanar las heridas abiertas como lo hizo el buen samaritano?
3) ¿Cuál es nuestro propósito como escuela en clave vocacional para sanar y redescubrir el sentido de la vida?
El Colegio agradece a todos aquellos que asistieron y compartieron sus reflexiones en pos de seguir sumando al trabajo escolar.